Hace años era muy dificil saber cuál era la composición y contenido nutricional de los alimentos.
Hoy en día, gracias a una mayor conciencia sobre la alimentación y la preocupación de los estados por defender a los consumidores de publicidad engañosa y apoyar la seguridad alimentaria, es obligatorio incluir en las etiquetas, o viñetas, de los alimentos procesados, información básica que nos permite conocer mejor el contenido y aporte de lo que comemos o bebemos.
Sin embargo, tenemos que saber que cada país tiene distintos requerimientos y si bien las tablas se ven iguales, los aportes que se anotan son relativos a los requerimientos de las distintas instituciones regentes.
Es decir, si vemos porcentajes de nutrientes en una etiqueta mexicana, probablemente ese mismo porcentaje sea distinto de una etiqueta argentina o brasileña o centroamericana, dependiendo de los valores base establecidos por cada país o región.
Para comenzar, la primer información, que es el tamaño de la porción, cambia drásticamente de país en país, ya que algunos fijan las porciones en base a una tabla oficial, mientras que otros dejan que el fabricante lo anote según las porciones que considera adecuadas. Además, cada individuo, según su actividad física, edad y condición, debería saber cuál es la porción que necesita y que no tiene porque ser la que indica el envase.
Una vez sabidos del tamaño de la porción, que es la medida sobre la que se genera el resto de la información, veremos que se nos informa sobre cuántas calorías nos aporta. Lo usual es verlo reflejado en dos de las mediciones estandard. En algunos países se registra en la tabla cuántas de estas calorías provienen de grasas y cuántas de azúcares.
Después nos dará información sobre cuánto y qué tipo de grasa tiene el alimento. Esto es muy importante, ya que los diabéticos suelen tener complicaciones que involucran problemas de circulación y queremos mantener el índice de grasas trans en 0, al igual que bajar el consumo del colesterol malo. Algunas etiquetas también anotan las distintas categorías de grasas, ya que sabemos que debemos restringir las grasas poliinsaturadas, mientras que muchas grasas monoinsaturadas, en cantidad moderada son beneficiosas.
Obviamente, buscaremos saber la cantidad de carbohidratos que contiene una comida o bebida. Veremos los totales y favoreceremos los que tengan más fibra.
No podemos dejar de revisar la cantidad de sodio, que es un elemento importante de limitar para evitar la presión alta.
Después veremos cuántas proteínas contiene y finalmente, si tiene vitaminas y minerales adicionados y que porcentaje aportan a nuestra dieta.
La Sociedad Española para de Hipertensión, tiene a disposición del público en forma gratuita una tabla general de alimentos.
Aunque no tenemos las mismas medidas, te incluimos el link para que puedas revisar las tablas de cada alimento, con la ventaja de que estas tablas incluyen también productos frescos que usualmente no llevan información impresa.