Una noticia saludable y deliciosa.
Las acelgas, esas hojas que encuentras en manojos en los mercados y los supermercados a precios muy, pero muy cómodos, son también muy saludables.
Siempre insistió mi abuelita en que debía terminar mi porción, porque de esa manera iba a tener un cabello más saludable y se me iba a ir "a la sangre". Supongo que eso se debe a la enorme cantidad de vitamina K, que ayuda a la coagulación y a la recuperación del folículo piloso. Sospecho que mi abuelita no sabía de la vitamina K, porque en esa época no existía ladiabeteria.com, pero sabía como alimentarnos sanamente.
En realidad, como todos los vegetales de hoja verde, la acelga tiene grandes cantidades de betacaroteno y también hierro. Es prima cercana de la espinaca, la hoja preferida de Popeye (sirva de referencia para aquellos viejitos que recordamos al marinero y su novia Olivia).
Pero lo más interesante es que su índice glisémico es bajo, lo que ayuda a mantenernos saciados y parece ser, según estudios que se están desarrollando en Europa, que ayuda a proteger el hígado y el pancreas. Eso es muy importante para los diabéticos. Además, son altas en fibra y ayudan al aparato digestivo. Excelente punto si quieres mantener tu dieta y no ganar peso. Hay miles de formas de cocinarlas, algunas muy tradicionales de la cocina meditarránea.
Se pueden disfrutar apenas salteadas con un poco de ajo, en guiso con garbanzos, o bien, cocidas al vapor (por poco tiempo para no quitarles propiedades) con limón o en tortitas, con cebollita picada. Vamos a colocar recetas famosas del aservo recetil de Patricia en nuestro recetario. Disfruten sanamente. Aquí va una.