Sabemos que cuando una persona lleva un estilo de vida saludable previene muchas enfermedades y, aunque el cáncer de seno y la diabetes no tienen relación conocida hasta ahora, hay varios factores que pueden tener en común.
La predisposición genética es un factor de riesgo de padecer cáncer de seno o en su caso, de padecer diabetes. También hay una tendencia a aumentar el riesgo a medida que pasan los años; en ambos padecimientos las probabilidades del desarrollo de la enfermedad se incrementan en gran medida a partir de los 40 y 45 años.
Estudios recientes han demostrado que las mujeres posmenopáusicas que tienen sobrepeso poseen un mayor riesgo de padecer cáncer de seno. Estas mismas cicunstancias también condicionan gran parte de los casos de diabetes a nivel mundial.
La obesidad genera problemas que insiden de una manera negativa en nuestro organismo, por lo que los médicos recomiendan una dieta sana y balanceada y realizar actividad física constante como buenos aliados para bajar de peso.
El ejercicio se asocia con la reducción del riesgo de padecer cáncer de seno; ya que no solo ayuda a mantener un peso corporal saludable, también disminuye los niveles hormonales y provoca cambios en el metabolismo. Estos mismos resultados que nos brinda el ejercicio son muy convenientes para una persona que padece diabetes, pues ayudan a regular la glucosa en la sangre manteniendola en sus niveles adecuados.
La alimentación también forma parte esencial para mantener un peso óptimo. Expertos recomiendan que el 85% de los alimentos que consumimos diariamente sean naturales. Es decir, evitar los alimentos procesados y con altos contenidos de preservantes.
Mantente hidratado, toma 8 vasos de agua pura al día.
Trata de tener opciones saludables de meriendas a la mano, pueden ser frutos secos como almendras o nueces, o frutas, como manzanas o mandarinas.
Tenemos un país rico en frutas y verduras. Aprovechemos todas las maravillas que encontramos en nuestros mercados según la época del año.
Aunque cabe destacar que no hay estudios confiables de que la alimentación balanceada reduzca de manera directa las probabilidades de padecer cáncer de seno, sabemos que junto con el ejercicio, ayuda a bajar de peso, y esto podría entenderse como un método de prevención.
Así que vivir debemos entender que vivir saludable no es solo cuestión de figura, vivir saludable nos ayuda en muchas formas ya que tenemos más energía, prevenimos muchos padecimientos y sobre todo, vivimos en plenitud.