La diabetes tipo I
En el momento del diagnóstico, la diabetes de tipo I (DID) puede revelarse por un coma hipoglucémico a veces muy grave. Más tarde, la utilización de insulina hará correr siempre un riesgo de hipoglucemia. Estas variaciones brutales e importantes de la glucemia son mucho más frecuentes en la diabetes tipo I que en la diabetes tipo 2.
La edad precoz de aparición de la enfermedad somete al paciente a un riesgo más elevado de complicaciones, pues el exceso de azúcar es peligroso sobre todo a largo plazo. De manera inversa, la brutalidad de los síntomas implica un diagnóstico rápido de la enfermedad. Por consiguiente, el diagnóstico inmediato, el rigor de la higiene de vida y seguimiento médico a los cuales son sometidos los diabéticos insulino-dependientes, hacen que su esperanza de vida sea con frecuencia equivalente a la media de la población.
La diabetes tipo II
La diabetes se define por una tasa de azúcar en la sangre demasiado elevada. Pero mientras la hiperglucemia no sea demasiado importante, no tiene un reflejo clínico inmediato, lo cual es frecuente en esta diabetes del tipo II. Así pues, no es raro que el diagnóstico de la diabetes se evidencie varios años después del inicio de la enfermedad si el paciente no se ha dado cuenta antes. Mientras las complicaciones de la diabetes tipo II no aparezcan, los pacientes tienen pocos síntomas clínicos o ninguno. Precisamente, es muy frecuente que estas complicaciones sean las que permitan diagnosticar la diabetes.
Ésta es una de las razones que explican la gravedad de la diabetes tipo II, pues la morbidez y la mortalidad de la diabetes se deben esencialmente a complicaciones más difíciles de cuidar una vez se ha instalado.
Complicaciones, que a veces incapacitan mucho ...
El exceso de azúcar es ante todo tóxico para los pequeños vasos sanguíneos. Los órganos que van a sufrir más la diabetes son los que dependen mucho de su "micro-circulación": la retina, el riñon y las extremidades (manos y pies).
El azúcar tendrá también una toxicidad sobre los nervios, provocando lo que se conoce como "neuropatía del diabético". Además, la diabetes vendrá a complicar enfermedades a las cuales va asociada muchas veces: hipertensión arterial, obesidad, artritis.