La leche es un alimento sobre el cual hay muchas ideas divergentes, existen muchos estudios científicos e incluso muchos mitos alrededor de la misma.
Lo que es cierto es que la leche contiene muchos nutrientes importantes, como vitamina A, C y D; minerales como el calcio y el fósforo. Además, nos aporta carbohidratos y grasas, términos que casi automáticamente asociamos con la obesidad.
Consumir lácteos junto con una dieta variada y moderada no pone en peligro nuestro peso, pero para esto, es necesaria una asesoria profesional. Sabemos que es importante nutrirnos muy bien y que pare evitar enfermedades como la osteoporosis los lácteos son la fuente más eficiente de calcio. Pero ¿son todos los lácteos iguales? ¿Qué lácteos son los que recomiendan los expertos?
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Leche descremada o con bajo contenido en grasa
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Yogur descremado.
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Queso sin grasa.
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Leche de soya fortificada
Entonces... ¿La leche engorda?
No hay una respuesta clara, pero los últimos estudios están respondiendo que “NO” a esta pregunta, aunque esta respuesta contraste con la grasa que los lácteos contiene. El calcio es muy importante en el control de la grasa que acumula el organismo; Nadia Montes, nutrióloga y educadora en diabetes indica que “si hay un buen equilibrio de calcio en nuestras células, los adipocitos (células del tejido adiposo) no van a crecer de tamaño y, por tanto no aumentaremos de peso”.
Aunque el consumo de excesivo de leche combinado con una dieta no tan balanceada, puede llevarnos a resultados que no queremos. Por eso, es importante que consultes con tu nutriólogo para que pueda asesorarte de una manera personalizada.