El gran talón de Aquiles del paciente diabético es el pie. La diabetes altera la conducción nerviosa y afecta a las extremidades. Es lo que conoce como neuropatía diabética.
En muchas ocasiones se detecta la diabetes cuando aparece un problema en el pie y al acudir al médico, el paciente descubre que es diabético. La diabetes estropea el nervio que lleva la conducción nerviosa y esto altera los ligamentos, la forma del pie y la sensibilidad; todo ello da lugar a los trastornos del pie en el diabético. Si a esto se le añade un problema circulatorio, una pequeña úlcera o una infección es cuando aparecen complicaciones.
La mejor prevención de la neuropatía diabética es tener un control correcto de la diabetes; un paciente que no se controla bien tiene más posibilidades de tener una neuropatía diabética y de que esta sea más grave. Hay que cuidar la alimentación, no fumar, evitar las callosidades que puedan dar lugar a una úlcera, cortarse bien las uñas e ir frecuentemente al podólogo. Cuando el paciente tiene variaciones de la forma del pie como un pie que se va aplanando, cosa común en los diabéticos, hay que utilizar plantillas ortopédicas.La anestesia del calcetín es lo que el paciente explica cuando tiene una neuropatía diabética y consiste en la sensación de llevar un calcetín puesto todo el día; padecen una disminución de la sensibilidad que tiene la misma forma que un calcetín. En las manos ocurre lo mismo, como si el paciente llevara guantes.
Existen tratamientos médicos paliativos a base de medicamentos, como que palian los efectos de esta enfermedad como calambres o dolores fuertes que aparecen por la noche, especialmente en la madrugada. Gran parte de la patología de la neuropatía diabética se debe a la compresión de los nervios; el nervio diabético está más hinchado y cuando llega a un punto estrecho de la anatomía se comprime. En muchos casos, la descompresión de estos nervios periféricos comprimidos suele devolver la sensibilidad a la planta del pie. La finalidad de la cirugía, según explica el doctor Eduard Rabat, es devolver la sensibilidad a la planta del pie y reducir el nombre de amputaciones del pie o la pierna en los diabéticos, que es el resultado al que se puede llegar después de úlceras, infecciones, etc. En Estados Unidos se calcula que hay unos 5 millones de amputaciones al año a consecuencia de la diabetes.