Es casi una prueba de fé. Un acto de contricción. Un desafío económico. Pero , ¿No se les ha ocurrido que lo único que necesitan son 15 minutos, un poco de voluntad y su propia casa?
El ejercicio físico para los diabéticos no es solo un factor importante para prevenir y controlar la enfermedad, es un hábito natural que podemos implementar con un poco de disciplina todos los días.
Esto es algo que todos sabemos, es algo que repetimos hasta el cansancio; lo que pocos sabemos es que solo necesitamos 15 minutos y podemos hacerlo en casa.
Toma 15 minutos y elige uno de estos muebles o artículos de tu casa:
1. Bailando con la silla
Imita el acto de sentarte y levantarte; al bajar sobre la silla, echa la cadera hacia atrás y siente el peso en los talones; que tus rodillas siempre estén en línea recta con tus talones. Tus pies deben estar paralelos y abiertos el ancho de los hombros.
2. Escalones
Sube y baja los escalones de tu casa, trotando a tu ritmo. Si no tienes problemas de columna olvida el ascensor en cualquier subida o bajada de menos de tres pisos.
3. Banco de la bodega.
Pon tu canción favorita y levanta el cuerpo de un pie a otro en una serie de movimientos dentro y fuera del banco. Puedes utilizar los cuatro lados/esquinas del banco y bailar.
Evita los bordes para prevenir torceduras de tobillo o lesiones del pie. Concéntrate en una buena postura. Tu estómago debe estar firme, con los hombros relajados y la espalda recta.
4. Escoba.
Toma una escoba y colócala sobre los omóplatos (sobre los hombres, detrás del cuello) con tus manos en cada costa y en línea con tus pies.
Tus pies tienen que estar abiertos y paralelos. Has de cuenta que tienes una silla e intenta sentarte en el aire. Vuelve a pararte y ya hiciste sentadillas.
5. La banca plástica
Si tienes sillas o bancos plásticos en casa, ellos son ideales para practicar pectorales y mejorar tus brazos.
Te tiras sobre una alfombra sobre tu espalda y flexionas un poco las piernas, para no forzar la columna.
Tomas las banca o la silla por las patas, una mano en cada pata. Obviamente solo dos, sino serías pulpo, y estiras y flexionas los brazos.
¡No lo olvides son 15 minutos al día!