Se define por la aparición de intolerancia a la glucosa e hiperglucemia de gravedad variable que específicamente no debe ser conocida antes del embarazo y debe de manifestarse y ser diagnosticada durante el mismo.
No se excluye que la paciente ya tuviese la intolerancia antes del embarazo, pero, en cualquier caso, no habría sido diagnosticada.
También este concepto es diferente al de diabética embarazada, es decir, mujer portadora de diabetes tipo 1 o 2, ya diagnosticada y, habitualmente, en tratamiento queda embarazada.
Durante el primer trimestre de gestación, la glucemia suele ser normal o más baja de lo habitual. La aparición de hiperglucemia en esta fase del embarazo debe hacer pensar en que la mujer ya era portadora en estos tres primeros ya era la portadora de la alteración metabólica antes de quedar embarazada.
Un test normal de sobrecarga oral de glucosa en estos tres primeros meses de embarazo no excluye la aparición posterior de diabetes mellitus gestacional.
El perfil de mujer con riesgo de DM gestacional es mujer añosa, historia previa de intolerancia a la glucosa, fetos y niños con macrosomas previos, obesidad central, glucemia anormal en ayunas o pertenencia a determinados grupos étnicos como hispano-americanos, nativos de las islas del pacifico.
La diabetes mellitus gestacional por si misma constituye un factor de riesgo para desarrollar diabetes mellitus tipo 2.